Uso de la miel con fines medicinales

Uso de la miel con fines medicinales

 

La miel es un alimento natural producido por las abejas, a partir del néctar recogido de las flores, y procesado por las enzimas digestivas invertasa y glucosa oxidasa de estos insectos, para luego ser almacenado en los panales de las colmenas. Tiene y aporta propiedades nutricionales y terapéuticas a sus consumidores y los primeros registros de su uso datan del año 5.500 a.C.

En cuanto a las propiedades terapéuticas de la miel, existen numerosos estudios que han demostrado sus propiedades antimicrobianas, antivirales, antifúngicas, anticancerígenas y antidiabéticas.

La miel es capaz de esterilizar las heridas, estimular el crecimiento de los tejidos, reducir el edema y estimular la formación de cicatrices, y puede utilizarse para heridas simples, quemaduras, úlceras de origen diabético y úlceras por presión.

Se han investigado los efectos potenciales de la miel en la lucha contra el cáncer en términos de prevención, progresión y tratamiento. Sus efectos antitumorales se atribuyen generalmente a diferentes mecanismos fisiológicos, como la inducción de la apoptosis, la detención del ciclo celular, la modulación del estrés oxidativo, la disminución de la inflamación, la inducción de la permeabilización de la membrana externa mitocondrial (MOMP) y la inhibición de la angiogénesis.